martes, 16 de julio de 2013

TRANSFUGISMO MUNICIPAL EN EUPV, UN MAL NEGOCIO


Desde mi observatorio temporal de Benicàssim, vivo con especial interés los momentos del grupo municipal de EUPV en esta localidad. Un grupo que ha padecido la traición de la edil Inmaculada Mas. La jugada, destapada por Cadena Ser Castelló, tiene como trasfondo la probable ilegalidad en varias decisiones municipales que afectaban al grupo Gimeno (FACSA, FOBESA, RENOS, etc...) y que contaron con el necesario voto para su aprobación de tres concejales del Grupo Popular con intereses familiares en el grupo. Con el "fichaje" de la Señora Mas, el grupo Gimeno se asegura un voto que blinde su posición ante  una posible anulación de los acuerdos y nuevas votaciónes.
A este caso, hay que añadir el más cercano de Ernesto Marqués en Altura y el mediático de Tavernes de la Valldigna con el caso de Karina Vercher. 
¿Que hay detrás de estos casos?. La verdad es que en el fondo existen puntos de conexión aunque seguramente estas tres personas no hayan llegado a conocerse nunca. El primero es que fueron personas que formaron parte de listas electorales de EUPV, aglutinando o integrando importantes colectivos que llevan años trabajando por una alternativa transformadora, sostenible y de izquierdas para sus municipios. Lo que les une también es, la debilidad ante el olor del poder, del puestecito remunerado y el cirio en la procesión y eso, es prácticamente incompatible en un partido como EUPV. Para EUPV no suele ser sencillo presentar una candidatura electoral. La dificultad real a la hora de montar una candidatura no viene de la falta de simpatizantes, sino de el grado de compromiso y sacrificio altruista que exige una organización como la nuestra. En este contexto, el riesgo de la aparición de oportunistas infiltrados, es más que evidente. En los tres casos existe una mecánica diferente pero, en el fondo, similar. En los tres casos, los concejales pasan a apoyar al Grupo Popular, la antítesis política de EUPV y lo hacen tanto en situación de Mayoría Absoluta (Altura y Benicàssim) como en situación de plantear un vuelco (Tavernes), sin que aparentemente les plantee ninguna duda ideológica.
Evidentemente, en los tres casos, el gran beneficiado no es el concejal tránsfuga (primer error) sino el propio Grupo Popular. En el caso de Altura, después de la fuga precipitada del cerebro gris del equipo de gobierno en los primeros meses de mandato, incorporar a un joven licenciado vende mucho, al menos cara a la galería, aunque por su presencia en los plenos, órganos de gobierno y trabajo en la delegación asignada, más nos tememos que se trata de una presencia virtual que real. En el caso de Tavernes, la traición de Karina, es condición sine qua nom para el acceso del PP al poder. Finalmente, en el caso de Benicàssim, la Señora Mas es un eslabón necesario para garantizar la presencia omnipresente del Grupo Gimeno en las concesiones públicas de la localidad y con él el sostenimiento de la red clientelar del PP.
Como vemos, en los tres casos, quien más gana es el PP, pero ¿es buen negocio en 2013 ser un tránsfuga de EUPV?.
Las cosas han cambiado y mucho, en los últimos dos años. Con once diputados autonómicos imputados, los tres alcaldes capitalinos implicados en procesos judiciales, un presidente interino y un desmoronamiento del sistema clientelar en todo el País Valencià que afecta ya directamente a militantes y familiares que se están quedando en la calle, el recorrido que van a tener estos personajes en los callejones de la política está llamado a ser breve. 
En el caso de Altura, el tránsfuga se encuentra rodeado de un equipo de gobierno de un bajísimo perfil incapaz de afrontar no ya los principales retos de la localidad, sino los problemas del día a día.
En el caso de Benicàssim, la más que probable colocación del hijo de la trásfuga en una empresa del grupo Gimeno, puede prolongar la sombra de duda legal sobre las concesiones del grupo por parte del equipo de Gobierno, una huida hacia adelante de dudoso recorrido.
En el tercer tema, paralizada la moción de censura tras informe jurídico, la señorita Vercher, que aspira a un traslado de plaza (es profesora en Catalunya) se encuentra con el inexorable paso del tiempo que corre en su contra y en la probable desaparición política en la localidad, algo en lo que también coincide con los otros dos casos.
Es la obligación de EUPV la denuncia pública de estos casos, el apoyo a los colectivos traicionados pero, sobretodo, el advertir a los tránsfugas de que estamos ante el fin de un ciclo político y que las nuevas mayorías municipales y autonómicas que se preveen, con una mayor presencia de EUPV, supondrán su desaparición del sistema político o su reducción a la mínima expresión pública.

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