El pasado domingo día 22 de enero, el presidente del patronato de la Cueva Santa y a la sazón cura párroco de Altura D. Juan Manuel Gallent, convocó a los Ayuntamientos de la comarca así como a los grupos políticos de Altura y demás vecinos y entidades de la localidad a un acto de presentación del proyecto director de mejora de la Cueva Santa y su entorno. El acto, al que no acudí, se llevó a cabo en la iglesia de Altura ante la presencia del Obispo de la diócesis. Sólo he coincidido en una ocasión con el Sr. Gallent, esta privamera con ocasión de una boda en la Cueva Santa, ocasión en la que me demostró ser una persona educada y atenta.
En estos momentos la situación de la comarca es francamente de urgencia. Los ayuntamientos de la zona se hallan en situación de quiebra técnica con una falta total de liquidez, acentuada por los impagos de la administración autonómica, en el caso de Jérica acumulan unos impagos de 220.000 € aproximadamente. Cada día que pasa se agudiza el tema de los recortes: farmacias arruinadas, colegios sin calefacción, servicios de mamografía o sintrón suprimidos en el centro sanitario de Segorbe, cierre del vivero de El Toro, reducción en vigilantes forestales, amortización de plazas de Sargento en el parque comarcal de Bomberos, etc..., la lista es extensa y afecta directamente a todos los ciudadanos de la comarca. Esta situación ha producido un efecto rebote en instituciones como la Mancomunidad en donde los trabajadores llevan muchos meses sin cobrar en una situación límite. Mientras tanto, la Diputación nombra 30 asesores de no sé sabe que, entre ellos el alcalde de Altura con un sueldo de 33.000 € al año o el de Higueras, 44.000. Todos los días un chófer pagado con el dinero de los castellonenses recoge al Sr. Barrachina para llevarle a la Diputación, mientras la entidad reduce en un 90% su aportación a las inversiones en obras provinciales. Por si esto fuera poco la situación particular de Altura es todavía más sangrante: los trabajadores arrastran impagos, la escuela de música está en situación límite con más de 18.000 € pendientes de pago a la U.M.C.A. por parte del Ayuntamiento, un dinero que se lo ha ganado la entidad a base de realizar actos para el consistorio, no hablemos ya de los cortes en el suminstro eléctrico en instalaciones y locales de titularidad municipal, el cierre de la oficina de turismo mientras el Alcalde de va a Fitur, las obras inconclusas de Tanatorio, Centro Juvenil, etc...
Tras este panorama, a nadie con un mínimo sentido de la realidad se le ocurre plantear un proyecto como el que nos ocupa. Sin entrar a valorar otros problemas, el horno no está para bollos, ni bollos ni margaritas ni tortas de colorao.
El Ayuntamiento de Altura (y todos los Ayuntamientos) tiene la obligación de defender cada uno de los euros que gasta. Hasta la fecha, que se sepa, todo el dinero gastado en el proyecto ha salido de las arcas municipales, sin embargo toda la iniciativa en el diseño y el concepto del mismo ha venido del presidente del patronato. Es razonable plantear la recuperación de la Hospedería y, además muy interesante porque no existen equipamientos de estas características en la zona. Es defendible mejorar las instalaciones "religiosas", para eso está el dinero que generosamente el Estado entrega a la Iglesia (que por cierto no han sufrido recortes) y con ello estoy diciendo que si quiere mi apoyo para lograr recursos del convenio Iglesia-Estado para la Cueva Santa, que cuente conmigo, siempre que sea para obras de mejora y consolidación de lo existente. Pero lo que no es ni razonable, ni defendible es presentar un proyecto faraónico, insostenible, exclusivamente religioso y agresivo con el medio natural recabando ayuda a las instituciones públicas axfisiadas económicamente y en un contexto de recortes en los servicios públicos generalizado. ¿Se ha ofrecido a las instituciones participar en la redacción y en la gestión futura del centro?. ¿Se ha abierto a los ciudadanos un proceso consultivo que pretenda recoger sugerencias e ideas?. Dada la cuantía económica del coste de la redacción del Proyecto y que se ha pagado con dinero público, ¿se ha sometido a concurso público su adjudicación?.
¿Muchas preguntas?. No, las justas. Mientras tanto, estemos atentos porque esto huele o bien a una falta total de perspectiva de la situación actual por parte del rector, o la posibilidad de que alguno de los grupos integristas emergentes en la Iglesia Católica, esté parapetada detrás del pastel. Al tiempo.
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