El pasado día 23 de febrero tuvo lugar un importante acto público por las calles de Segorbe en defensa de los servicios públicos, en especial la Educación, pero también la Sanidad o la Justicia, ante la avalancha de recortes planteados tanto desde el Estado como desde el Gobierno Autonómico.
Ante esta manifestación, en la que participaron personas de diferente orientación política, incluídos simpatizantes y afiliados del PP, algunos dirigentes y medios vinculados con este partido, que ejerce el control politico en estos momentos en la práctica totalidad de la comarca, están intentando "tapar el sol con el dedo" o, lo que es lo mismo, tratar de marear la perdiz con datos y desempolvar el tema de la construcción de centros en estos años para intentar reconducir la imparable convicción social de que los servicios públicos están en una situación de riesgo que amenaza su calidad o, incluso su prestación misma. Unos servicios que son la garantía de que todos los ciudadanos, independientemente de sus posibilidades económicas, puedan tener la oportunidad de formarse, de sanarse o de ser defendidos ante la ley en un plano de igualdad con sus semejantes.
El sistema educativo valenciano ha sido y es uno de los que acumula un mayor fracaso escolar del estado. Los estándares de calidad educativa no se miden por el número de centros, algunos por cierto, construidos con retrasos que han llevado a los niños a 7 años de barracones en el caso del centro formativo Jérica-Viver, son otros los parámetros los que fundamentan el buen funcionamiento del sistema y esos, lamentablemente, no lo han hecho.
Hablar de productividad del profesorado es lamentable porque si lo que se quiere es que los jóvenes aprueben por el artículo 33 a los profesores les cuesta 5 minutos poner un sobresaliente global y a correr. La participación de la sociedad en el sistema educativo ha sido sesgada y manipulada por determinados cargos políticos de la comarca, a la historia reciente me remito. El PSPV dejó por resolver el mapa electoral en todo el País Valenciano y el PP tuvo que resolver un problema importante. Para ello el PP se dejó llevar por parámetros dificilmente defendibles. El peso de determinados cargos públicos locales que tampoco tenían ningún interés en imponer criterios racionales ni pedagógicos, sino populistas, determinó un mapa escolar comarcal muy mejorable y cuyo mala vertebración ha pesado como una losa en toda una generación de jóvenes.
Sirva esta reflexión para, en una época de ajustes y lamentablemente de recortes, seamos capaces al menos de reconocer los errores cometidos en otras épocas y ponernos a trabajar en el blindaje y la defensa de un sistema educativo público accesible, versatil, moderno, participativo y que proporcione a nuestros jóvenes la formación necesaria para afrontar un futuro laboral con garantías en los próximos años.
No hay comentarios:
Publicar un comentario